Todo lo que nos rodea está dispuesto de manera que el niño,
y más tarde el adulto pueda aprender de él. Andrés Soria Olmedo apoya su
opinión sobre varios autores y reafirma que hay que enseñar a pensar,
utilizando la naturaleza que nos rodea. Pone varios ejemplos en los que, la
naturaleza, un paisaje que no está trabajado por el hombre, y que se puede
considerar osco y plebeyo, ha ayudado a grandes artistas a encontrar inspiración
para sus trabajos. Debido a esta teoría, defiende que la educación se podría
tratar como un dialogo constante entre alumnos y maestro, utilizando su entorno
como objeto de atención y materia de aprendizaje. Describe el aprendizaje como
un proceso intuitivo, que requiere cierta instrucción. Soria, cita textualmente
a Manuel Bartolomé Cossío "educar antes que instruir; hacer del niño, en vez de
un almacén, un campo cultivable, y de cada cosa una semilla y un instrumento
para su cultivo" (Soria, 2013). El ser humano es naturalmente curioso, y por lo tanto dado a
la experimentación. El profesor puede encaminar al alumnos, pero solo el propio
alumno tiene el poder y la decisión de aprender. Soria sigue citando a otros
autores como Alberto Jiménez Fraud "Solo una mente abierta a todas las ideas y
perseguidora de una síntesis de conocimientos puede abrirse camino hacia una
vida mejor" (Soria, 2013). Utilizar el mundo que nos rodea, la naturaleza y las nuevas tecnologías
, y exprimirlo para su propio aprendizaje, ayuda a mostrar el camino del
conocimiento, y a acercarlo a la realidad del alumno.
Soria Olmero, A. (2013). El arte de saber ver. Mercurio, 153. Recuperado el 28 de Abril
de 2014 en http://revistamercurio.es/temas/el-arte-de-saber-ver/
No hay comentarios:
Publicar un comentario